Estoy alucinando. Hoy he visto a la mujer con el culo más grande del mundo. Me abofetee la cara y seguía allí, con sus dos descomunales glúteos, redondos y portentosos que pendían como la bola de un péndulo cuya varilla era su columna vertebral, que subían y bajaban como los asientos de un balancín en un parque infantil. Podría decir…