Los que me conocen saben que no soy de ver series, básicamente porque tienes que dedicarles mucho tiempo y más si se alargan en temporadas y capítulos. Pero sé que algunas hay que verlas antes de morir, así de sencillo. Por otro lado, dado que las series no son mi fuerte, la decisión de ver una u otra viene dada por recomendaciones y cierta intuición informada. Es decir, prefiero esperar que alguien se trague una serie y me diga que merece la pena verla, antes de tragármela yo, sin saber si la voy a vomitar. Sí, me aprovecho de la gente.
Breaking Bad es una de las series «must to», el problema es que empecé a verla cuando ya había terminado, por tanto, las cinco temporadas de seguido me costó lo suyo (casi dos días seguidos de maratón, según este gráfico), algo que ya no pienso hacer con otra (lo siento The Wire y Broadwalk Empire). Aún así, Breaking bad tuvo su recompensa, mereció la pena. No hablaré mucho de ella porque creo que ya se ha hecho bastante. Como resumen, Breaking Bad tenía los ingredientes necesarios, «sin salirse de la carretera” para ser una serie de oro: no se pasaba de rara pero la historia estaba muy interesante; no planteaba algo de una forma diferente, pero el guión era de 10; y a veces era pesada, pero los diálogos y personajes, sobresalían.
Esto es algo que creo que no pasa con otras series que he visto recientemente, éstas se salen un poco por el arcén y es normal que no gusten a todos, ni tal vez sean tan brillantes. A mí, particularmente no sé si me gusta más la brillantez o salirse de la carretera, pero sí tengo un mayor aprecio a éstas últimas por ese ligero desvío que las hace diferentes y que las recordaré por ello. Por tanto, ¿existen series que dan la talla como Breaking Bad? Sí, y no le tienen nada que envidiar. Sobre estas series son las que hablaré en varias entradas. En el próximo capítulo: True detective y Utopía.
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