Ya está aquí, llegaron las mañanas frías y los labios agrietados, las toallas en los radiadores y el olor a castañas al salir de la estación. Llegó el invierno, esos meses del año que “…amo en la superficie y odio en su interior…” como escribí allá por el 2011. Sin embargo, esta vez la sensación al escribir esta entrada es distinta.…