Tenía el pelo lacio y un flequillo que formaba una ondulación sobre su frente. Se tambaleaba de atrás hacia delante y movía la cabeza hasta que el mentón tocaba su clavícula. Al mismo tiempo doblaba las muñecas y los dedos de la mano de forma brusca como los de un robot. Sus ojos a veces miraban un horizonte inexistente, otras…