Fue sentarnos en la terraza y saborear ese mediodía de primavera, un sol espléndido, pero sin llegar a sofocar, y una brisilla del Norte, pero sin llegar a molestar. Esperamos al camarero que estaba un poco ocupado, pero en cuanto levantamos la mano vino hacia nosotros a tomar nota. Me sobrevino un antojo, hace tiempo que no comía tortilla de…