“Sin razón Gogol me robó mi capote y he vuelto a la tierra en hechura de fantasma para dar su merecido a todos aquellos viles rufianes que me hicieron mal en estas dunas malditas. Bienvenidos seais.” 23 de Febrero 2007.
Esa fue la última frase que escribí en mi primera entrada en este blog, y de eso ya han pasado cinco años. También desde ese tiempo nunca he explicado las razones de por qué el capote y por qué Akaki. Podría dar largas parrafadas inventando a posteriori el por qué, argumentando audaces significados, fácil de hacer y muy creíble, como se suele hacer en esta (in)creible sociedad. A menudo es más fácil de lo que uno cree. Mis razones son breves pero realistas: puro golpe de azar, con un regusto de inquietud, una pizca de alineamiento de planetas y un “cojones que suena original”.
El golpe de azar fue leer un relato, que fue un simple texto de obligada lectura en una asignatura en la universidad, pero que luego se convirtió en algo más que un texto. Este relato es “El capote” de Nikolai Gogol, que fue publicado en 1842. El protagonista es Akaki Akakievich(o Akakiy Akakievich), un conformista funcionario del estado, una persona vulgar, sencilla en un mundo lleno de hipocresía, corrupto, interesado. La historia de cómo un simple y nuevo capote que compra por necesidad pura sustituye al suyo de “capa de cebolla” se convierte en la razón de la existencia de Akaki. Es un vivo reflejo de la sociedad actual. Un relato que tendrá sus influencias sobre grandes escritores. Así en su día ya hizo un pequeño guiño Dostoievski cuando dijo: “Todos crecimos bajo el capote de Gogol”. [Si quieres leer el relato, aquí te lo dejo, y también un artículo interesante sobre el mismo, aquí lo podéis leer.]
El regusto de inquietud fue el que me produjo leerlo. No es una gran historia, tampoco es catalogado como de los mejores relatos de Gogol, pero para mí es muy bueno. Me gusta la cantidad de metáforas que contiene y sobre todo ese personaje tan vulgar, pero a la vez carismático como es Akaki, un pobre hombre, sin nada que diferenciarse en el mundo y alineado a la existencia sin acontecimientos, abocado a su paso por la vida y la muerte sin más. En su historia un nuevo capote le trastocó los planes.
Una pizca de alineamiento de los planetas es que dicha lectura vino en el momento oportuno cuando estaba conspirando para crear este blog. Estaba destilando con probetas y alambiques las ideas que rodearían el capote y apareció. Búsqueda y aparición fortuita.
El “cojones que suena original” habla por sí solo. Sonaba bien, poca gente sabía qué era y por ello perdía su significado, solo aquellos que leyeron algún día el relato saben qué es. Es de esas veces que ves algo y dices “perfecto”. Creas tu película mental y chim-pún. De igual manera, sólo los que me conocen saben quién soy. Ésta es la filosofía del blog: ser quien eres por lo que escribes y no por cómo te llamas. Yo no soy nadie aquí, soy Akaki.
Muchas cosas han pasado desde ese día, solo hace falta dar un repaso por el archivo del blog para percatarse de que las personas se transforman y los lugares se renuevan. Aunque también es verdad que hay determinadas cosas que no cambiarán nunca. Hacedlo y veréis.
Agradecer a todos estos 5 años, a los que seguís al Akaki de este blog semana tras semana, mes tras mes, año tras año, tanto conocidos como blogueros auténticos(que gran esfuerzo hacéis!); a los que aportáis altruistamente comentarios (no dejéis de hacerlo o os corto los…) y a los que me leéis en la sombra(algún día os encontraré…). Saber que se es leído es un placer. Para terminar esta entrada, solo decir que tengo varias ideas en la cabeza, como siempre, peculiares, así que agarraos porque pasan los años pero no la juerga.
“Maldito Gogol, con todo lo que ahorré para mi capote y tu me lo robaste, no te he encontrado todavía, pero si lo hago, haré que reescribas la historia. Devuelveme mi capote Gogol”
Panto
23 febrero 2011 at 21:16Discrepo!
Tanto "El capote" como "La metamorfosis" son consideradas por Nabokov las dos únicas obras sin fisuras. Perfectas en forma, contenido y mensaje.
No elegiste una obra cualquiera, estimado Akaki.
Felicidades y gracias por estos 5 años de dedicación.
Rita Bonet
23 febrero 2011 at 22:31Te encontré hace unos días, ya no me acuerdo ni como, pero ahora que ya sé donde vives, vuelvo a menudo para alimentarme.
Larga vida al capote.
Franco Chiaravalloti
23 febrero 2011 at 22:31¡Cinco años! Para un blog es mayoría de edad, ya que se cuentan más o menos como la de los perros. Felicidades de un seguidor. Y algún día quisiera salir a dar una vuelta con ese abrigo todo remilgado y lleno de agujeros, a ver si me encuentro algún fantasma en el camino…
Ezequiel
25 febrero 2011 at 01:04Felicidades por tus 5 años¡¡¡, este es el comprobante de que mi fidelidad al blog no era la típica palabra de última hora cuando algo termina y sientes que mintiendo no te vas a sentir tan culpable, si no que ahora de verdad comprometo mi hacer virtual en el espacio, a tu hacer virtual en el ciberespacio jejeje, un abrazo y arriba v de vendetta¡¡¡
Akaki
25 febrero 2011 at 10:46Almorro, pues el azar debió acercarme a una gran obra pues, algo está conspirando el universo!jeje, nos leemos!(vamos dale a ese blog, jeje)
Rita Bonet, bienvenida, espero que el capote te aporte mucho, vivo en las dunas, me escondo entre la arena, y ahora según mis investigaciones blogueras yo también tengo otro oasis donde alimentarme…jeje
Hermano Chiaravalloti, ya son años sí! parece mentira, si sales a -2 grados con el capote ese, creo que empiezas a ver fantasma según te vas congelando,jeje
Ezequiel, jeje, ahi te quería ver yo.
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